Cuando Jesús volvió, la multitud le recibió con gozo , porque todos le habían estado esperando. (Lucas 8:40)
El Autor:
Gracias Dios, mi Padre Celestial y a tu Hijo mi Señor Jesucristo, por tu Gran Misericordia, Está Escrito:
Mateo 9:1
Y subiendo Jesús en una barca, pasó al otro lado y llegó a su ciudad.
Marcos 5:21
Cuando Jesús pasó otra vez en la barca al otro lado, se reunió una gran multitud alrededor de El; así que El se quedó junto al mar.
Lucas 8:39
Vuelve a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas Dios ha hecho por ti. Y él se fue, proclamando por toda la ciudad cuán grandes cosas Jesús había hecho por él.
Es un privilegio hablar de mi Salvador Jesucristo, Dependemos de su Gracia, por los Milagros hizo hacé y continúa haciendo, Está Escrito:
Cuando volvió Jesús, le recibió la multitud con gozo; porque todos le esperaban.
Entonces vino un varón llamado Jairo, que era principal de la sinagoga, y postrándose a los pies de Jesús, le rogaba que entrase en su casa; porque tenía una hija única, como de doce años, que se estaba muriendo. Y mientras iba, la multitud le oprimía.
Pero una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, y que había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se detuvo el flujo de su sangre.
Entonces Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado?
Y negando todos, dijo Pedro y los que con él estaban: Maestro, la multitud te aprieta y oprime, y dices: ¿Quién es el que me ha tocado?
Pero Jesús dijo: Alguien me ha tocado; porque yo he conocido que ha salido poder de mí.
Entonces, cuando la mujer vio que no había quedado oculta, vino temblando, y postrándose a sus pies, le declaró delante de todo el pueblo por qué causa le había tocado, y cómo al instante había sido sanada.
Y él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; vé en paz.
Estaba hablando aún, cuando vino uno de casa del principal de la sinagoga a decirle: Tu hija ha muerto; no molestes más al Maestro.
Oyéndolo Jesús, le respondió: No temas; cree solamente, y será salva.
Entrando en la casa, no dejó entrar a nadie consigo, sino a Pedro, a Jacobo, a Juan, y al padre y a la madre de la niña.
Y lloraban todos y hacían lamentación por ella.
Pero él dijo: No lloréis; no está muerta, sino que duerme.
Y se burlaban de él, sabiendo que estaba muerta.
Mas él, tomándola de la mano, clamó diciendo: Muchacha, levántate. Entonces su espíritu volvió, e inmediatamente se levantó; y él mandó que se le diese de comer.
Y sus padres estaban atónitos; pero Jesús les mandó que a nadie dijesen lo que h
abía sucedido.
(Lucas 8:40-56)
Dios les Bendiga....